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Los pretorianos eran legionarios romanos que llevaban uniformes de vestidos completos y llevaban dagas (y probablemente espadas también) a los campos de batalla de Wars. Tenían una fuerte dependencia de la armadura pesada, así como los cascos que estaban cáscara para sobrevivir al impacto con los objetos de las trincheras, las heridas de bala o incluso el fuego de la ametralladora enemiga. Estaban guardados en las puertas de las Legiones de Caesars y usaban uniforme de batalla especialmente diseñado, que estaba estampado después de los antiguos soldados del Día de los Faraones griegos. Los pretorianos cumplieron con dos propósitos: primero, para proteger a las legiones y su equipaje en el territorio enemigo y el segundo, como guardaespaldas para los líderes romanos de alto nivel durante las campañas de guerra total. Los legionarios a menudo llevaban cascos con armadura pesada y escudos de hierro, bronce o cobre para enfrentar todos los tipos de obstáculos de campo de batalla.

Mientras que las legiones se basaban en los pretorianos para protegerlos del ataque del enemigo, también dependían de ellos para realizar tareas de secretaría, como informar a los comandantes de los campos donde y cuando el enemigo debería ser atacado. Por lo tanto, mientras que los pretorianos probablemente actuaron como asesores de Julio César y Trajan, también formaron una parte integral de los planes y los mandatos de ambos líderes. Además, los pretorianos vigilaron las puertas a la ciudad capital de Roma, donde custodiaban contra cualquier enemigo que se acercaba que podría querer tomar la ciudad. Con toda esta responsabilidad, los pretorianos probablemente fueron algunos de los primeros soldados que se pondrían en armadura completa y hoplitas. Por lo menos, su uso de armadura y cascos los convierten en algunas de las primeras tropas militares para utilizar hierro para armaduras y hoplitas.

Además de formar parte de la planificación general del ejército romano, los pretorianos también jugaron un papel importante en la Guerra Civil. Cuando los triunfiles gobernantes decidieron separarse y tomar territorios separados por sí mismos, los pretorianos se mantuvieron leales a su general. Sin embargo, cuando se negaron a cruzar a las legiones de Trajans y ayudar a derrotar a los rebeldes, los pretorianos y sus legiones fueron enrutados por la primera de las legiones para llegar a Roma. A pesar de que los pretorianos nunca contaban con más de diez mil hombres, proporcionaron un valioso servicio al nuevo gobierno al actuar como guardaespaldas para el dictador. Si bien hay muchas teorías sobre el número exacto de pretorianos que lucharon junto a sus legionarios en la segunda guerra trajana, es seguro asumir que al menos tres mil participaron en el conflicto.